Parte de la revista "Objetivos de desarrollo sostenible: Una mirada a 2015", Tiempo de Paz, invierno 2014

El papel de las empresas transnacionales ha ido ganando envergadura desde esta nueva fase de la globalización muy ligada a las nuevas tecnologías, a la velocidad de las transacciones y a la implantación de operaciones de fabricación y compra de productos en países emergentes o en vías de desarrollo. En esos países se pueden producir con cierta facilidad violaciones de los derechos humanos relacionadas, por ejemplo, con las condiciones laborales inhumanas y el tratamiento abusivo del medioambiente. El Pacto Global y los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos han venido a dar un rostro humano a la globalización y han presionado a las empresas a comprometerse y a responsabilizarse con el respeto a los derechos humanos… [Esto,] y el creciente papel auditor de la sociedad civil, proyecta un rayo de esperanza en un ambiente social en el que los estados se han ido distanciando del respeto estricto de los derechos económicos y sociales.