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Artikel

5 Sep 2016

Autor:
María Jimena Duzán para Revista Semana

“La verdad siempre duele”

…Digámonos la verdad: ni la clase política que se untó las manos de sangre, ni los empresarios que financiaron a los grupos paramilitares, ni los generales como Rito Alejo del Río, que patrullaban las regiones de la mano del Alemán, ni la Iglesia que permitió a sus obispos asumir una posición proactiva en defensa del paramilitarismo…: ninguno de ellos quieren asumir su cuota de responsabilidad en esta guerra…Nadie puede negar que las Farc son responsables de mucha de la sangre que corrió en estas décadas…No obstante, no creo que ellos sean los únicos que deban rendir cuentas. En estos 50 años de conflicto hubo un sector de la población colombiana que también cometió atropellos, que se alió con el narcotráfico y el paramilitarismo, pensando que esa era la forma de acabar con las Farc; hubo políticos, empresarios y hasta obispos que creyeron en el proyecto paramilitar, que fueron elegidos con sus votos, que formaron parte de la paraeconomía y obispos que le dieron la bendición.

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