abusesaffiliationarrow-downarrow-leftarrow-rightarrow-upattack-typeburgerchevron-downchevron-leftchevron-rightchevron-upClock iconclosedeletedevelopment-povertydiscriminationdollardownloademailenvironmentexternal-linkfacebookfiltergenderglobegroupshealthC4067174-3DD9-4B9E-AD64-284FDAAE6338@1xinformation-outlineinformationinstagraminvestment-trade-globalisationissueslabourlanguagesShapeCombined Shapeline, chart, up, arrow, graphLinkedInlocationmap-pinminusnewsorganisationotheroverviewpluspreviewArtboard 185profilerefreshIconnewssearchsecurityPathStock downStock steadyStock uptagticktooltiptwitteruniversalityweb
Artículo

31 May 2017

Autor:
El Espectador

Colombia: Caso de discriminación racial de empresa Los Restrepos bajo revisión de la Corte Constitucional

“El caso de racismo laboral que revisa la Corte Constitucional” - 28 de mayo de 2017

El alto tribunal seleccionó para estudio una tutela interpuesta por John Jak Becerra, quien denunció discriminación racial por parte de sus compañeros de trabajo. Ninguna autoridad protegió sus derechos y ahora espera que a Corte lo haga…En octubre de 2011, John Jak Becerra Palacios pidió ayuda por primera vez a las autoridades colombianas para que dejara de ser discriminado en su trabajo. Lo hizo ante la Fiscalía. Tiempo después, pidió lo mismo en el Ministerio de Trabajo, en la Procuraduría, y ante dos jueces de tutela. Nadie, hasta ahora, le ha dado una mano y su derecho a no ser discriminado por ser afrocolombiano, ha sido ignorado tanto por la empresa en donde trabajaba, como por las autoridades a las que ha recurrido…Sin embargo, hasta la Corte Constitucional llegó su historia. El magistrado José Antonio Lizarazo tiene en sus manos el expediente de Becerra Palacios en el que está documentado tanto las agresiones que recibió mientras trabajó en la empresa A. R. Los Restrepos S.A.S., pero también una problemática de interés nacional: la inoperancia de los procedimientos administrativos y penales que existen en el país para tratar los casos de discriminación laboral…Sus jefes le contestaron que su reclamo estaba infundado y que su actitud era “temeraria y abusiva”. Cuando llegó a la Fiscalía, aceptaron la denuncia, pero con un delito que no venía al caso: agresión contra la integridad moral. “