Foro "Empresas y Derechos Humanos: hacia una regulación efectiva en México" concluye con llamado urgente a una estandarización y creación de un marco jurídico robusto para el respeto de los derechos en las actividades empresariales.

Ciudad de México, 23 de octubre de 2024 – Con la participación de actores clave de la sociedad civil, academia, personas trabajadoras, sindicatos independientes, organismos internacionales, gobierno y sector empresarial, el foro "Empresas y Derechos Humanos: hacia una regulación efectiva en México" concluyó con un consenso claro: es urgente avanzar hacia una estandarización y aplicación de la legislación existente, así como la creación de una regulación y políticas públicas que garantice que las empresas en México respeten los derechos humanos en todas sus actividades y cadenas de suministro. Dicho evento se realizó en conjunto con Oxfam México, el CIEDH, ONU-DH con apoyo del proyecto CERALC y Fundación Avina.

Durante el evento, se abordaron las principales brechas y desafíos que enfrentan sectores clave como la agroindustria, la indumentaria, la automotriz y las industrias extractivas, en cuanto a la implementación de prácticas empresariales responsables en derechos humanos.

Entre los temas destacados, se discutieron las lecciones que México puede aprender de iniciativas internacionales como la Directiva de la Unión Europea sobre Debida Diligencia de las Empresas en Materia de Sostenibilidad o la Ley Alemana de Diligencia en Cadena de Suministro, así como de los procesos regionales en países como Brasil, Argentina, Chile y Colombia para identificar buenas prácticas para la generación de políticas públicas en la materia.

Fernanda Hopenhaym, presidenta del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, inauguró el foro subrayando la relevancia de contar con un marco regulatorio que exija a las empresas un comportamiento respetuoso de los derechos humanos y garantice mecanismos efectivos de reparación para las víctimas de abusos, así como de comunidades afectadas.

Principales resultados

Uno de los principales acuerdos del foro fue la necesidad de contar con un marco normativo que no solo prevenga abusos por parte de las empresas, sino que también garantice un acceso efectivo a la reparación y medidas de no repetición para las personas afectadas. Se destacó que México, a pesar de haber ratificado numerosos tratados internacionales, aún tiene un largo camino por recorrer para armonizar estas normativas con su legislación nacional y lograr su operativización.

Los sectores de la agroindustria y la indumentaria fueron particularmente señalados por sus altos riesgos en materia de derechos humanos, pero también por los avances logrados a través de iniciativas como la Comunidad sobre Debida Diligencia en Derechos Humanos (COMUDH), un espacio de diálogo multiactor donde empresas, organizaciones de la sociedad civil, personas trabajadoras y organismos internacionales trabajan para promover la debida diligencia en las actividades empresariales y cadenas de suministro en México.

En este sentido, Mariana Franco, del Centro de Investigación en Empresas y Derechos Humanos (CIEDH), presentó los resultados de un informe que examina los principales impactos en derechos humanos de la industria indumentaria y de sus cadenas de suministro.

Un camino hacia el futuro

El foro concluyó con un llamado urgente a reforzar los marcos de supervisión y fiscalización de las leyes existentes, así como a desarrollar nuevas regulaciones que aseguren la responsabilidad empresarial en el respeto a los derechos humanos. Se instó a las personas legisladoras y a la Administración Pública Federal a colocar este tema en el centro de la agenda política y legislativa del país.

Además, se destacó la necesidad de que las empresas asuman un papel activo en la promoción de prácticas sostenibles y respetuosas, voluntariamente adoptando mecanismos de debida diligencia que trasciendan el simple cumplimiento normativo.

El foro fue co-organizado por el Centro de Investigación en Empresas y Derechos Humanos (CIEDH) y Oxfam México, con el apoyo de Fundación Avina y ONU-DH.