En Agosto de 2020, mientras Honduras enfrentaba uno de los más graves periodos de la pandemia de Covid-19, Delta Apparel dimitió 430 personas trabajadoras. Líderes obreras y luchadoras sociales hondureñas sostienen que la mayoría de los dimitidos y dimitidas tenían enfermedades musculoesqueléticas provocadas por la actividad laboral o estaban embarazadas; y que el Gobierno hondureño las dejó sin apoyo, una vez que autorizó a las empresas la suspensión de los contratos de trabajo hasta por cuatro meses bajo la perspectiva de "salvar empleos". Los empleados y empleadas de Delta Apparel dijeron que, a partir de la suspensión, les fueron quitadas las vacaciones y la empresa empezó a realizar despidos masivos, incluyendo el cierre de contracto de mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Nosotros invitamos a Delta Apparel a comentar las denuncias y la empresa lo hizo.