La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27) que tiene lugar en Sharm-El Sheik (Egipto), con el tema de las "pérdidas y daños" -los costes económicos y no económicos irreversibles de los fenómenos meteorológicos extremos y de los desastres climáticos de aparición lenta, como la subida del nivel del mar y el deshielo de los glaciares- se ha incluido por primera vez en el orden del día. Esto contribuye a mitigar los temores de que los debates caigan en el primer obstáculo, pero es fundamental que la conversación no se detenga ahí. Los derechos humanos deben estar en el centro de las acciones contra el cambio climático, tal y como se pedía en octubre en una carta abierta dirigida a la CMNUCC y a los Estados parte, coordinada por el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos y la Internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas, y firmada por más de 200 organizaciones. Esto incluye no sólo abordar las violaciones de los derechos humanos y los ataques a las personas defensoras de derechos humanos, relacionados con los sectores de la minería y las energías renovables, sino el avance de los modelos de buen vivir y el aumento de la equidad energética.

En nuestra cobertura de la COP27, nos centraremos en el seguimiento de tres temas:

• Las demandas de los pueblos indígenas y cualquier avance que reconozca que los pueblos indígenas son actores vitales en las soluciones climáticas, como administradores de la naturaleza y protectores de nuestra biodiversidad
• Un mayor reconocimiento de que las inversiones en energías renovables deben centrarse en los derechos humanos para ser sostenibles
• Libertades cívicas y COP27: Para que cualquier COP sea legítima, los actores de la sociedad civil deben poder contribuir activamente a los procedimientos y ser libres de organizarse antes y durante la misma. Sin embargo, a medida que aumentan las noticias sobre detenciones y restricciones de viaje, junto con las restricciones existentes a las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica en Egipto, sigue habiendo serias dudas sobre la legitimidad de esta cumbre del clima