Ecuador: Tras 50 años, la contaminación por la explotación petrolera de Texaco sigue afectando a la población y al ambiente
“Nos decían que el petróleo era bueno para la piel” – 4 de junio de 2022
… Don Servio, uno de los pobladores, cuenta cómo tuvo que abandonar su casa cuando la Texaco comenzó a perforar pozos y excavar en tierra bruta las piscinas de varios metros de profundidad en las que se vertieron, sin más, todos los desechos tóxicos de las primeras fases de la explotación petrolífera… Hoy, 50 años después, esos desechos siguen ahí, a no más de cinco centímetros de la superficie, contaminando las aguas subterráneas y el agua de lluvia que llega a escorrentías y ríos, lo que provoca la muerte de plantas y animales. Don Servio muestra el pozo de agua de la que era su casa, del que bebieron agua contaminada durante años. Sus padres, nos dice, fallecieron enfermos por la contaminación. “Cuando de pequeños nos bañábamos en el río, con petróleo, los trabajadores de las compañías nos decían que no pasaba nada, que eso era bueno para la piel”, relata don Servio… En la década del 2000, el Frente de Defensa de la Amazonía consiguió organizar y unir a 30.000 ecuatorianos para realizar una demanda colectiva contra Texaco por daños ambientales y a la salud. Después de un largo y costosísimo litigio en Ecuador, la empresa fue condenada en 2011 a pagar 10.000 millones de dólares para reparar los daños causados a las comunidades. “Pero la Chevron (antes Texaco) no ha pagado ni un centavo”, continúa Ermel. “Su estrategia fue el contraataque. Sus abogados denunciaron ante un juez americano que la sentencia en Ecuador se había obtenido por medios corruptos y que el juicio no tenía validez”… Texaco ganó este juicio en Estados Unidos en 2016. Ermel siente rabia, decepción, cansancio. Con su mano impregnada de petróleo, hace la señal de stop y muestra su camiseta, en la que aparece el nombre del abogado que creyó en ellos y los apoyó en el proceso, y que todavía hoy permanece bajo arresto domiciliario en Estados Unidos. “Cincuenta años luchando y ninguna empresa se ha hecho responsable del daño causado a nuestros ríos y a nuestra gente. Y nos acusan de corruptos. Nadie aguanta tanto tiempo así”, concluye...