Los policías que participaron en el ataque [de la noche en la que los estudiantes fueron desaparecidos] estaban armados con rifles de asalto Heckler & Koch (Alemania) y Beretta (Italia)…

En promedio, entre 2007 y 2018, las empresas italianas han vendido y entregado 10,000 pistolas y revólveres y 1,000 cien rifles al mercado mexicano cada año...Entre 2007 y 2018, México fue el segundo mayor cliente latinoamericano en la industria militar italiana... más de 113,000 armas Beretta (85,941 armas cortas y 27,292 armas largas) fueron vendidas a la policía mexicana entre 2007 y 2017.

… [Los] recibos de venta de armas…[indican] que se vendieron 6.500 armas Beretta a la policía de Guerrero entre 2007 y 2014, a pesar de la evidencia documentada de graves abusos cometidos por la policía local y sus nexos con los grupos del crimen organizado.

En Italia existe la Ley 185/1990, que indica que “se debe negar la licencia de exportación de armas cuando falten garantías adecuadas para el destino final de los materiales de armamento”. Y la “Posición Común Europea” 2008/944/CFSP señala también que la licencia de exportación de armas a una empresa en Europa debe negarse cuando “exista un riesgo manifiesto de que la tecnología o el equipo militar que se vayan a exportar puedan utilizarse con fines de represión interna”.

De acuerdo al informe de balística del caso Ayotzinapa, al menos 8 casquillos encontrados en la escena del crimen perpetrado contra los estudiantes pertenecen a tres de fusiles Beretta, y tres casquillos pertenecen a dos pistolas de la misma marca.