Colombia: Análisis de la situación de pueblos indígenas afectados por empresas eólicas en sus territorios ancestrales

INDEPAZ
“No todo lo que brilla es oro” – 1 de febrero de 2021
La lucha contra el cambio climático puede ser neutralizada por las condiciones y circunstancias en que se desarrolla la transición hacia las energías limpias. El accionar de las empresas de energía eólica en La Guajira, el territorio del pueblo indígena Wayuu es un ejemplo muy ilustrativo…La Guajira es la tierra del pueblo indígena Wayuu: los hijos del desierto…su población binacional asciende a 380.460 miembros y se estima que pueden ser aún más debido a los movimientos migratorios desde y hacia Venezuela, más allá de la resistencia de algunos a ser censados. Aun así, son la etnia más numerosa de Colombia y también una de las menos comprendidas…La vulneración de los derechos fundamentales del pueblo Wayuu es tan extrema, que la Corte Constitucional colombiana ha emitido varias sentencias a su favor…En contraste con esta dura realidad, los Wayuu están rodeados de energía y riqueza. En su subsuelo descansan más de 3.670 millones de toneladas de carbón térmico, donde se origina el 35% del gas extraído en Colombia y se encuentran los nuevos yacimientos que garantizarán el gas para los años venideros. Todo lo anterior sin contar las expectativas de petróleo costa fuera que vienen y van, y la minería de talco y otros materiales de construcción. Como si todo lo anterior fuera poco, ahora se habla de su gran potencial eólico y solar. Toda esta riqueza está concentrada en un área de 1.080.336 hectáreas: un territorio cobijado como resguardo indígena por la Constitución de 1991…A pesar de esta demarcación, al menos una docena de empresas multinacionales y multilatinas pretenden desarrollar los parques eólicos de Colombia en La Guajira. ..El Estado nunca vigiló los procesos de información y concertación para que se respeten los derechos del pueblo Wayuu y de otros pobladores de la región. La irresponsabilidad estatal ha dejado al azar y a la incertidumbre la suerte de la gente de La Guajira y la seguridad jurídica de las inversiones.