Desde 2003, a raíz de la expansión de la mina a cielo abierto de carbón operada por Cerrejón [parte de Anglo American, BHP Billiton y Glencore], en La Guajira colombiana, las comunidades afrodescendientes de Roche han venido reclamando por las condiciones de su reasentamiento oblilgatorio, que consideran han empeorado su calidad de vida, tras la violencia usada para desalojar a las últimas familias y la forma como se ha implementado la construcción y mantenimiento de las viviendas y el fracaso de proyectos productivos. Por ello, realizaron protestas en la población de Barrancas e iniciaron un diálogo con la empresa, con la mediacion de la Gobernación de La Guajira, que esperan sean fructiferas para alcanzar el respeto de sus derechos humanos.