Por más de una década, el pueblo Xinka afectada por la mina argentífera Escobal  está en resistencia permanente contra la minería para proteger a su territorio, su agua y su manera de vivir.  Su oposición sostenida, y un orden de la Corte para suspender la mina, resultó en que el último dueño, Tahoe Resources, entrara en quiebra. Esta victoria, además de un legado de represión violento, era evidencia suficiente para las comunidades que la mina Escobal tenía que ser abandonado para siempre. 

Sin embargo, hace un año y un poco más, la empresa Pan American Silver (PAS) de Vancouver compro Tahoe Resources y con ella su mina más importante, a un precio prácticamente regalado. Al centro de esta garantía es la voluntad de la empresa en escuchar las preocupaciones de las comunidades.  El miércoles, PAS fue puesta a prueba en la reunión annual de sus accionistas...

La moderadora de la reunión nunca presentó a los ejecutivos las siete preguntas preparadas por las organizaciones internacionales con respecto a la falta de respeto por el derecho a la autodeterminación  de las comunidades, como:

• ¿Porque Pan American Silver, que tiene un perfil de ser una empresa socialmente responsable, compró una mina que desde su inicio violó a los derechos Indigenas Xinka y continua en violacion a estos derechos hoy en dia? 
• ¿Porque Pan American Silver quiere imponer una mina en comunidades donde decenas de miles de personas han votado en su contra y donde las comunidades han pasado casi tres años en mantener plantones de 24 horas para bloquear el tráfico hacia la mina?
• ¿Porque invertiría una empresa minera supuestamente responsable por más de 10 años en el proyecto navidad en una provincia en Argentina donde la minería a cielo-abierto está prohibido por ley?...