La empresa minera Aura Minerals y su subsidiaria, Minerales de Occidente, están siendo objeto de varias denuncias de violaciones de los derechos humanos, entre ellas el maltrato y la criminalización de personas defensoras de tierras y del medioambiente, la destrucción de fuentes de agua y la demolición del cementerio del grupo étnico Maya Chorti.

Según la Secretaría de Derechos Humanos del país, Aura Minerals "desconoce los principios rectores de empresas y derechos humanos".

La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) hizo una misión especial para evaluar el impacto de las actividades de la minera, y consideró que la empresa sería responsable por la “conflictividad y ruptura del tejido social" en las regiones dónde actúa, además de limitar al libre tránsito de las comunidades por la carretera que controla.

El CIEDH invitó a Aura Minerals a comentar las denuncias, pero la empresa no respondió.