América Latina, una región rica en recursos para las energías limpias, desempeñará un papel crucial en la transición hacia una economía cero carbono. El aumento de la demanda de los minerales de transición necesarios para las tecnologías renovables -de los que América Latina dispone en gran cantidad-, así como el crecimiento de los proyectos de energías renovables en la región, presentan tanto oportunidades económicas como retos en materia de derechos humanos. Todo ello a pesar de la creciente evidencia de que para que la transición energética mundial sea rápida, también debe ser justa.

La sociedad civil y las organizaciones de base son partes interesadas fundamentales para lograr un cambio estructural tanto a nivel estatal como empresarial que garantice una transición energética justa. Las pruebas demuestran que esa transición es posible, sobre todo cuando se da prioridad a las voces y la experiencia de las comunidades, las personas defensoras y las personas trabajadoras de primera línea en el empeño por garantizar mejores prácticas empresariales en toda la cadena de valor de las energías renovables.

Esta guía pretende proporcionar a la sociedad civil y a las organizaciones de base (incluyendo a los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes y campesinas, entre otras) herramientas para desarrollar y reforzar sus estrategias internas e internacionales para abogar por una transición energética justa que se base en tres principios fundamentales: prosperidad compartida, derechos humanos y protección social, y negociaciones justas.