Jennifer Mejía Solórzano (37) y Marianela Mejía Solórzano (31), lideresas garífunas, fueron arbitrariamente detenidas por miembros de la Policía Nacional bajo acusación de daños, amenazas, robo y usurpación de tierras. Empresas y gobiernos han participado en la apropiación ilegal del territorio ancestral del pueblo garífuna, y la titularidad de más de 7 mil hectáreas de tierra en las comunidades de Cristales y Río Negro está respaldada por títulos de propiedad ancestral. "Cargo inaudito ya que los garífunas venimos siendo expulsados de Honduras desde hace décadas, especialmente desde el inicio de la dictadura, la que ha suscitado estampidas de desplazados que su mayoría salen huyendo del país ante el debacle económico y jurídico", puntualizó la Ofraneh.